Actualmente el sector energético se encuentra en constante cambio y evolución, debido principalmente al surgimiento de empresas que están proponiendo nuevas soluciones para ofrecer energías más limpias (generadas a partir de fuentes renovables), las cuales tienen como objetivo mejorar la eficiencia energética y minimizar el impacto negativo en el medio ambiente. A continuación, conoceremos los principales tipos de energías renovables.
Energía Hidroeléctrica
La energía hidroeléctrica es el tipo de energía renovable más utilizada y más antigua del mundo, este tipo de energía aprovecha la energía potencial del agua para mover las aspas de una (o varias) turbinas para generar electricidad. Uno de los métodos más utilizados para aprovechar la potencia del agua es mediante el uso de represas, con las cuales las empresas hidroeléctricas pueden controlar la cantidad de agua que desean pasar por las turbinas.
Sin embargo, para poder instalar una infraestructura hidroeléctrica y variar la potencia generada, se debe tener disponibilidad de recursos hídricos, por lo que no todos los lugares son ideales para este tipo de instalaciones. Es importante destacar que China es uno de los mayores productores de energía hidroeléctrica, debido a que cuenta con la presa hidroeléctrica más grande del mundo, conocida como La Presa de las Tres Gargantas en el río Yangtze. También podemos mencionar a Brasil, India, Canadá, Estados Unidos y Rusia como otros países con mayor producción de energía hidroeléctrica a nivel global.
Energía geotérmica
La energía geotérmica se obtiene del calor interno de la Tierra. Esta energía puede ser utilizada para generar electricidad mediante centrales geotérmicas o para calefacción directa a través de sistemas de intercambio de calor.
Entre los principales tipos de plantas geotérmicas se encuentran los sistemas de Vapor Seco (utilizan vapor directamente desde el subsuelo para mover turbinas), Sistemas de Flash (utilizan agua caliente a alta presión para producir vapor que impulsa las turbinas) y Sistemas Binarios (utilizan fluidos con puntos de ebullición más bajos que el agua para transferir el calor, haciendo que el vapor resultante mueva las turbinas). Es importante destacar que debido a la infraestructura necesaria y la ubicación geográfica, este tipo de energía es menos accesible.
Energía de biomasa
La energía de biomasa se genera a partir de la descomposición de materia orgánica, como por ejemplo residuos agrícolas, forestales y urbanos. La biomasa puede ser utilizada para producir biogás, biocombustibles o para generar electricidad mediante su combustión.
Entre los biocombustibles más conocidos se encuentran el Bioetanol (alcohol producido a partir de azúcares y almidones fermentados provenientes del maíz, caña de azúcar y remolacha), Biodiésel (combustible producido a partir de aceites vegetales como soja, palma, canola y grasas animales), Biobutanol (alcohol producido a partir de la fermentación de biomasa rica en celulosa) y Biometanol (alcohol metílico producido a partir de la gasificación de biomasa o mediante fermentación de residuos orgánicos).
Energía Eólica
La energía eólica aprovecha la energía del flujo del viento para mover las aspas de una o varias turbinas para generar energía eléctrica. Uno de los métodos más utilizados por las empresas de energía eólica para aprovechar la potencia del flujo de viento, es mediante los “parques eólicos”, los cuales consisten en una gran cantidad de turbinas distribuidas estratégicamente sobre grandes estructuras o extensiones de terreno y que cumplen la función de “canalizar” y aprovechan al máximo la potencia y flujo de viento en una zona geográfica específica.
Debido a que se trata de una energía que depende directamente la cantidad y fuerza del viento, la cual no es controlable, gracias al avance de la tecnología se han desarrollado aspas de turbinas eólicas más largas y livianas, de esta manera las turbinas pueden girar más rápido con menos viento. Incluso, existen parques eólicos con turbinas que se mueven automáticamente, de tal manera que puedan aprovechar el ángulo y dirección del flujo del viento.
Energía solar
En la actualidad, la energía solar es el tipo de energía renovable con mayor crecimiento a nivel global, esto se debe a que es relativamente más económica en comparación con otros tipos de energía renovable. Las empresas de energía solar aprovechan la energía radiante del sol a través de diferentes sistemas fotovoltaicos, los cuales convierten la energía solar en energía eléctrica.
Es importante destacar que además de la energía fotovoltaica, también existe la energía solar térmica, la cual utiliza colectores solares para calentar un fluido, el cual se utiliza para generar vapor y producir electricidad o calefacción.
Es importante destacar que muchos consideran que la energía solar tiene el potencial de satisfacer todas las necesidades energéticas futuras, debido a que depende de una fuente “inagotable” como el sol, además de que se han desarrollado diferentes sistemas de almacenamiento de energía accesibles. Un ejemplo de esto, son los almacenadores de energía estacionarios Powerpack (destinado a empresas) y Powerwall (uso doméstico y pequeños negocios) de la empresa SolarCity (subsidiaria de Tesla).
Sin embargo, así como los otros tipos de energía mencionados anteriormente, este tipo de energía depende directamente de la incidencia de rayos solares, lo cual puede generar algunos contratiempos. Por ejemplo, al utilizar paneles solares para acumular la energía solar, el tiempo de recolección de energía puede ser mayor o menor dependiendo de ciertas circunstancias como la estación del año, clima y ubicación geográfica.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿Deseas conocer más sobre los servicios financieros de Pilsenga para empresas de energías renovables?
Si estás interesado en los productos o servicios de Pilsenga (entre los que se encuentra el servicio de banca para empresas del sector energético), puedes visitar nuestro sitio web y registrarte en nuestra plataforma visitando el siguiente enlace.
